sábado, 18 de agosto de 2012

después de ti.

Cuanto más lejos de mi realidad me ha llevado tu luz menos esfuerzos he ido dedicando a pisar tierra firme para quedarme a vivir en tu risa. Los silencios y sus efectos me han impedido en tantos momentos convertir cada latido por ti en futuros a partir de tus besos, que ahora no me valen de nada los restos de noches vacías que me han quedado desde que no estás. El insomnio me ahoga. Vuelve tu risa en cada espejismo mientras entiendo que para soñar tenía primero que quererte tanto que me desgarrase el dolor al pensarte. Saber que no volverás y morir un poquito tras cada dosis de realidad es un paso más hacia tu olvido. 

Si algún días las calles que piso dejan de devolverme tus pasos a mi lado, si dejan de perseguirte mis ganas en cada derrota, si una noche cualquiera al volver del cine no se me hiciera eterno el camino sin tu compañía, si los atardeceres en el puerto me gustaran incluso cuando tú no estás conmigo para verlos, si el mar dejara de traerme en cada ola tu olor, si me apeteciera algo en el mundo más que escuchar tus historias imposibles una tarde sobre las rocas del faro rojo, si las canciones que escucho dejaran algún día de recordarme tu nombre... sólo entonces creeré en el milagro de la felicidad lejos de tus ojos.